En alguna ocasión se suscitó una fuerte discusión entre
dos amigos, uno creyente en la existencia de Dios, y el
otro absolutamente incrédulo y ateo.
Después de una larga y bizantina discusión, se separaron
muy molestos.
El creyente, con el deseo de convencer a su amigo,
construyó en una habitación de su casa un planetario, al
cual, le invirtió mucho tiempo y dinero para simular el
universo en movimiento, en el cual aparecía el sol, los
planetas, música sideral, cometas, etc.
Lo realizó con tanto cuidado y esmero que cuando uno
entraba a esa habitación se sentía flotar en el espacio.a
Invitó a visitarlo a su amigo ateo, y cuando este ultimo,
sorprendido, le pregunto al constructor quien había
realizado tan ,magnifica obra maestra, el creyente le contesto:
Nadie a lo cual, por supuesto el otro reclamo: “Oye, no
soy ¡tonto! Esto lo debe haber hecho alguien, no creo
que se haya hecho solo”.
El creyente lo saco de la habitación y, como era de noche
lo llevo al jardín de su casa y le dijo: “Mira, observa el
firmamento, las estrellas, la perfecta armonía de las
fuerzas en movimiento. Sabes, -le dijo finalmente-, toda
esta maravilla nadie la hizo”.En ese momento el ateo
comprendió que existía un poder superior.
2 Timoteo 1:12
"Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me averguenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
"Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me averguenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario