EL PERDÓN DE DIOS
Muchas veces he leído la historia del Hijo pródigo, en donde un muchacho joven le
pide su parte de herencia en vida al padre y se va de su casa. Este se gasta todo el
dinero en poco tiempo, no solo eso sino que lo derrocha en cosas que no valen la
pena y que son pasajeras: vino, mujeres, fiestas. Él no guardo nada para el final,
pensando que le podría llegar a hacer falta o que iba a ser de el cuando todo se le
terminase, ni siquiera ahorro algo para invertir y mucho menos se pregunto lo que
hubiera querido su padre como para honrarlo. Sino que termino tirado en un
chiquero comiendo de la comida de los cerdos, todo embarrado, asqueroso y sin
un peso.
Èl con la cabeza a gachas luego de pensarlo y darse cuenta que no hay mejor lugar
que con su padre vuelve a su hogar, su padre lo recibe con los brazos abiertos y
hace una fiesta para el, de los mas contento de que su hijo haya vuelto sin importar
lo que haya hecho antes con, el dinero o con lo que sea.
Así es Dios con nosotros, no importa cuan bajo hayamos caído, lo que sea que
hayamos hecho. Desde un simple robo en un vuelto en el quiosco hasta el robo en
un banco, un asesinato o una mentira a nuestros padres, o gastarnos todo el dinero
sin invertir y sin un propósito.
que con su padre vuelve a su hogar, su padre lo recibe con los brazos abiertos y
hace una fiesta para el, de los mas contento de que su hijo haya vuelto sin importar
lo que haya hecho antes con, el dinero o con lo que sea.
Así es Dios con nosotros, no importa cuan bajo hayamos caído, lo que sea que
hayamos hecho. Desde un simple robo en un vuelto en el quiosco hasta el robo en
un banco, un asesinato o una mentira a nuestros padres, o gastarnos todo el dinero
sin invertir y sin un propósito.
El solo nos esta viendo, anhelando por nuestro regreso a sus brazos en donde nos
sostiene, nos abraza, nos perdona y nos susurra al oído “tranquilo hijo, yo me
ocupo, todo va a estar bien si estas conmigo”.
Solo necesitamos darnos cuenta que Él realmente nos perdona, su amor es tan
eterno y puro que cuando le pedimos perdón en verdadero arrepentimiento el se
olvida de nuestro pecado, y sufre al vernos mal.
eterno y puro que cuando le pedimos perdón en verdadero arrepentimiento el se
olvida de nuestro pecado, y sufre al vernos mal.
Tanto fue su amor, que mando a su ÚNICO HIJO a morir por nosotros, esa cruz es
el puente entre nuestro pecado y el Padre.
el puente entre nuestro pecado y el Padre.
Nos creo, nos ama, y simplemente nos perdona, nos espera, anhela por nuestro
regreso, por abrazarnos, disfruta de vernos felices y gozosos viviendo para Él.
Lo único que tenemos que hacer es reconocer nuestro error, nuestra falla, pedirle
perdón, y volver a casa con Él.
regreso, por abrazarnos, disfruta de vernos felices y gozosos viviendo para Él.
Lo único que tenemos que hacer es reconocer nuestro error, nuestra falla, pedirle
perdón, y volver a casa con Él.
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