Si quieres felicidad, dale felicidad a otros; si quieres amor, aprende a amar a los demás;
si quieres atención y aprecio, aprende a dar atención y aprecio; si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia.
De hecho, la manera más fácil de obtener lo que quieres es ayudando a otros a obtener lo que quieren. Este principio opera para individuo, corporaciones, sociedades y naciones.
Si quieres ser bendecido con todas las cosas buenas en la vida, aprende a bendecir silenciosamente a todos con las cosas buenas en la vida.
Hasta pensar en dar, pensar en bendecir, o una simple oración tiene el poder de influir a los demás. El pensamiento tiene el poder de transformación.
Cuando aprendes a dar aquello que buscas, activas y montas la coreografía de la danza con movimientos exquisitos, energéticos y vitales que constituyen el eterno palpitar de la vida.
La mejor manera de poner en operación la Ley del Dar y poner todo el proceso en circulación es tomar la decisión de que en cualquier momento que entres en contacto con otra persona le darás algo.
No tiene que ser algo material; puede ser una flor, un cumplido o una oración, de hecho, las formas más poderosas de dar no son materiales.
Los regalos de cuidados, atención, afecto, aprecio y amor son algunos de los regalos más preciosos que puedes dar, y no cuestan nada.
Cuando conoces a alguien, puedes silenciosamente enviarle una bendición, deseándole felicidad, alegría y dicha. Esta manera de dar silenciosamente es muy poderosa.
Podrías decir “¿Cómo puedo darles a otros en este momento cuando no tengo suficiente para mi”? Puedes llevar una flor. Puedes llevar una tarjeta que diga algo sobre los sentimientos que tienes por esa persona a la que estás visitando. Puedes llevarle un cumplido. Puedes llevarle una oración.
Toma la decisión de dar a dondequiera que vayas, a quien sea que visites o veas. Siempre y cuando estés dando, estarás recibiendo. Entre más das, adquirirás más confianza en los efectos milagrosos de esta ley.
Al recibir más, tu habilidad de dar más también aumentará.
Deepak Chopra
La bondad perfecciona a la persona que lo asume como un
valor importante en su vida, porque sus palabras están
llenas de aliento y entusiasmo, facilitando la comunicación
amable y sencilla; da sin temor a verse defraudado; y sobre
todo, tiene la capacidad de comprender y ayudar a los
demás olvidándose de sí mismo.
La bondad perfecciona a la persona que lo asume como un
valor importante en su vida, porque sus palabras están
llenas de aliento y entusiasmo, facilitando la comunicación
amable y sencilla; da sin temor a verse defraudado; y sobre
todo, tiene la capacidad de comprender y ayudar a los
demás olvidándose de sí mismo.
Sonreír siempre.... Evitar ser pesimistas: ver lo bueno y
positivo de las personas y circunstancias Tratar a los
demás como quisiéramos que nos trataran: con
amabilidad, educación y respeto. Corresponder a la
confianza y buena fe que se deposita en nosotros. Ante
la necesidad de llamar fuertemente la atención (a los
hijos, un subalterno, etc.), hacer a un lado el disgusto,
la molestia y el deseo de hacer sentir mal al interesado:
buscar con nuestra actitud su mejora y aprendizaje.
Visitar a nuestros amigos: especialmente a los que
están enfermos, los que sufren un fracaso económico o
aquellos que se ven afectados en sus relaciones
familiares. Procurar dar ayuda a los menesterosos, sea
con trabajo o económicamente.
Servir siempre sin esperar nada a cambio y sin mirar a
quien.
Cuando se da con amor, ese gesto de bondad y amor, es lo que llena de felicidad el interior.
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