DEJA QUE LAS CORRIENTES ESPIRITUALES Y DE AMOR LLENEN TU VIDA.

Permitir que las corrientes me lleven. Disfrutar de los momentos de calma, en los que las olas me mecen y la brisa me acaricia. No oponer resistencia a las sacudidas de las tempestades, recordando que son ellas las que moldean mi contorno y suavizan mis asperezas.
Son las corrientes espirituales que emanan de Dios, que me instan a llevar una vida de amor......con bondad.....humildad.....y alegría por la vida y los propósitos que me ha encomendado.
Permitir que las corrientes me lleven enfrentando las tormentas con fortaleza y fe en un Dios de amor y protector.

Permitir que las corrientes me lleven  por el camino de los sentimientos y sensibilidad para poder captar y llegar a los seres que están pasando por momentos difíciles a dejarse llevar por las corrientes del amor de Dios, quién otorga la fortaleza para derribar los muros que no permiten avanzar por los senderos de la vida.
Permitir que las corrientes me acerquen a cada ser, para contagiarlos de alegrías, y que disfruten los momentos de calma y que sientan como las olas mecen y la brisa acaricia moldeando el contorno y suaviza las asperezas del entorno.
Hoy permito que las corrientes me lleven por el destino que Dios le a dado a mi vida me ha dado el entendimiento de vivir en paz y mostrando que la vida es un paraíso si la vives con actitudes, acciones positivas con pensamientos de amor, de bondad y de ayudar a quienes lo necesiten.
Permitir que las corrientes me lleven a vivir a cada minuto amando la vida, todo lo hermoso que Dios ha creado para disfrutarlo plenamente cerrando la puerta a todo lo negativo, que no entren fantasmas del pasado  ni que me atrapen las ambiciones del futuro........hoy le doy a cada etapa su tiempo.....doy tiempo a metas para el futuro pero sigo viviendo feliz cada minuto.

Dios le ha dado a cada ser el privilegio de eligir como desea  y a donde encaminar su sendero de vida, ahora depende de cada uno que camino elige: si es de vivir pensado en el pasado con rencores, odio, o deseos de venganza o en errores cometidos que solo llevan a una vida en oscuridad llena de tristezas y con el corazón envenenado o vivir con buenos propósitos y en forma positiva con fe en Dios.