¿QUE FLOR QUIERES SER EN EL JARDÍN DE DIOS?

El mensaje de las flores es que Dios quiere que cada ser humano procure ser siempre hermoso ante Sus ojos como ellas, sin marchitarse. Las flores siempre llevan un mensaje, pero en el ciclo de la vida también se marchitan, mueren y luego nacen otras. Cada ser humano es hermoso como las flores. Las personas tienen pétalos de mil colores, que son sus carismas, dones, virtudes y cualidades. De hecho, cada persona despide gratos y buenos olores: de amor, amabilidad, gratitud, humildad. En verdad, cada persona es una auténtica flor del jardín de Dios. Si cada uno se lo propusiera, jamás se marchitaría, pues esto sólo sucede en la medida en que entra el odio en el corazón y el alma se amarga. Cuando esto sucede, la persona se vuelve rencorosa, envidiosa y egoísta. Hay muchas vidas marchitas por esta razón. 

Se también una flor en el jardín de los demás. Si usted quiere permanecer siendo una flor hermosa y fragante, plántese en el jardín de otros. Plántese en otros corazones, donde quizás sólo existe el desierto y la soledad. Plántese en el jardín del hombre que se encuentra solo o el de la persona que sufre y llora. Busque la manera de plantarse como flor del jardín de Dios en el corazón de los demás. Mientras usted más lleve un mensaje de amor y sea un motivo de alegría para los demás, esa flor se mantendrá joven, fresca, fragante y hermosa con sus colores vibrantes. Para permanecer siendo flor en el jardín de los demás, hay que meterse en su corazón y amar, pero amar muchísimo, dialogando, comprendiendo, escuchando, poniéndose en el lugar de ellos para entenderlos.   

LA ROSA Y EL JARDINERO

En un rosal encantado varias rosas florecieron.
Y para cuidar de tanta belleza faltaba un jardinero.
Paso por casualidad un jardinero de oficio.
Y mirando aquel rosal prendado él se quedo.

Miro con pasión y cariño a esas rosas tan bonitas.
Y decidió quedarse a cuidar a ese hermoso rosal.
Dispuesto a poner el abono que el rosal necesita.
Se puso a mirar y vio que una rosa estaba marchitada.

Aquel jardinero a cuidar las rosas se quedo.
Y a la rosa que más lo necesitaba se dedico.
Paso el tiempo y aquel rosal fue evolucionando.
Y sin darse cuenta el jardinero.
De todas se fue enamorando.
El sentimiento de las flores.

Es parecido casi al del ser humano.

Mas la rosa que estaba marchita.
Floreció por el cuidado de aquellas manos.
La de aquel jardinero que fue.
Paciente en su trabajo.
Es lo que pasar con nosotros.
Cuando somos bien cuidados.
Permíteme regarte con mi sagrada Palabra, y comenzarás a florecer donde hayas sido plantada. Ven a Mí en oración y permíteme revestirte con el poder de mi Espíritu. Aun cuando no puedas ver la cosecha que producirá tu arduo trabajo de hoy, te prometo que otros miraran hacia atrás, hacía la época que estuvistes en sus vidas, y recordarán tus actos bondadosos, tus palabras sabias, y tu amor por ellos.
¡Así que hoy, mi valiosa princesa, permíteme ayudarte a florecer en un mundo que está en la búsqueda del sentido de la vida!
Con amor: Tu Rey y el jardinero de tu vida...Dios te bendiga...

Tu puedes ser flor en muchos jardines si rompes con sus prejuicios y comienzas a ser alguien para los demás y a amar a todos, al blanco y al negro, al pobre y al rico. Imite a esa gran rosa que es Cristo Jesús, quien abrió sus pétalos y, aunque fue asesinado, no pudieron matar su amor. Ese inmenso amor perdura y es la flor permanente, sentado a la derecha del Padre. El vive, reina y envía al Espíritu Santo para que todos sean rosas en el jardín de........
Dios. Se tu, una rosa en ese jardín y en el jardín de otros. Esto puede ser una realidad si  busca a Dios y lo recibes en tu corazón.
Con Dios en tu corazón se acaban los temores.
Se una flor hermosa....se feliz.
Si eres feliz tu, todos quienes te rodean se contagian con tu aroma de felicidad....haciendo de este mundo...... un poco mas feliz.