En esta fecha que nos hace recordar maravillosos momentos, espero que junto a quienes nos rodean, familiares, amigos cercanos, amigos lejanos, amigos virtuales, amigos reales, y por que no nuestros enemigos, nos detengamos y hagamos un alto en nuestras vidas, que llegó la época de reflexionar sobre nuestros aciertos y desaciertos, sueños, esperanzas y logros.
Es época de recordar que todos formamos parte de un todo, que todos somos hermanos y estemos unidos por lazos invisibles, que no somos seres aislados y todo lo que hacemos tiene ... efecto en los demás.
Aprovechemos esta Navidad para perdonar, a todos aquellos que nos ofendieron de palabra y de obra, comencemos el Año Nuevo con el corazón enriquecido por el Amor, aligerado por el perdón y esperemos con Fé y Alegría, junto a todos nuestros seres queridos y junto a todos los que nos rodean el nuevo nacimiento del Hijo de Dios, con la esperanza de que nos iluminará el sendero de nuestras vidas, que nos haga mirar con Fé y Optimismo el diario vivir con nuestros semejantes y nos haga compartir nuestra alegría y nuestra mesa con alguien que esté solo, que no tenga familia o que se sienta triste, éste invitado, representará la figura de Cristo y así podremos recibir la bendición de nuestro Redentor y caminar con él de la mano a recibir con el corazón rejuvenecido el Nuevo Año que se nos aproxima.
Pedazos de Amistad...
Yo pienso que el tiempo que pasamos con cada amigo es lo que hace a cada amigo tan importante. Las amistades se construyen de a pedacitos.
Pedacitos de tiempo que vivimos con cada persona.
No importa la cantidad de tiempo que pasamos con cada amigo, sino la calidad del tiempo que vivimos con cada persona. Cinco minutos pueden ser más importante que un día entero.
Así, hay amistades hechas de risas y dolores compartidos; otras de la escuela, otras de salidas, cine y diversión; también están aquéllas que nacen y no sabemos de qué o por qué, pero sabemos que están presentes.
Tal vez éstas estén hechas de silencios compartidos, o de mutua simpatía que no tiene explicación. Hoy también hay muchas amistades hechas sólo de emails, nuestras “amistades virtuales” nos hacen reir, pensar, y reflexionar…
Aprendemos a amar a las personas sin juzgarlas por su apariencia o modo de ser, sin poder etiquetarlas (como a veces hacemos inconcientemente). Hay amistades profundas que nacen así.
Saint-Exupéry dijo: “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante”. Pienso que el tiempo que pasamos con cada amigo es lo que lo hace tan importante.
Porque el tiempo “perdido” con amigos no existe, sólo es tiempo ganado, aprovechado y vivido. Son recuerdos para un momento o para toda una vida.
Un amigo se torna importante para nosotros y nosotros para él, cuando somos capaces, aún en su ausencia, de reír o llorar, de extrañar o querer estar bien cerca de Él sólo para disfrutar de su cena.
“ El que recibe a un niño como éste en mi nombre a mí
Yo pienso que el tiempo que pasamos con cada amigo es lo que hace a cada amigo tan importante. Las amistades se construyen de a pedacitos.
Pedacitos de tiempo que vivimos con cada persona.
No importa la cantidad de tiempo que pasamos con cada amigo, sino la calidad del tiempo que vivimos con cada persona. Cinco minutos pueden ser más importante que un día entero.
Así, hay amistades hechas de risas y dolores compartidos; otras de la escuela, otras de salidas, cine y diversión; también están aquéllas que nacen y no sabemos de qué o por qué, pero sabemos que están presentes.
Tal vez éstas estén hechas de silencios compartidos, o de mutua simpatía que no tiene explicación. Hoy también hay muchas amistades hechas sólo de emails, nuestras “amistades virtuales” nos hacen reir, pensar, y reflexionar…
Aprendemos a amar a las personas sin juzgarlas por su apariencia o modo de ser, sin poder etiquetarlas (como a veces hacemos inconcientemente). Hay amistades profundas que nacen así.
Saint-Exupéry dijo: “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante”. Pienso que el tiempo que pasamos con cada amigo es lo que lo hace tan importante.
Porque el tiempo “perdido” con amigos no existe, sólo es tiempo ganado, aprovechado y vivido. Son recuerdos para un momento o para toda una vida.
Un amigo se torna importante para nosotros y nosotros para él, cuando somos capaces, aún en su ausencia, de reír o llorar, de extrañar o querer estar bien cerca de Él sólo para disfrutar de su cena.
“ El que recibe a un niño como éste en mi nombre a mí
me recibe” (Mt 18,5) ....(Compártela, te sentirás mejor)...
Feliz Navidad y próspero Año Nuevo con muchas bendiciones a ti y familia.
Feliz Navidad y próspero Año Nuevo con muchas bendiciones a ti y familia.
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