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domingo, 26 de septiembre de 2010

EL VALOR DE TU TIEMPO Y ATENCIÓN


Proverbios 10:22

"La bendición de Jehová es la que enriquece,

Y no añade tristeza con ella.



"Lo Mejor y Las Cosas Mas valiosas En El Mundo No Se Pueden Ver o Incluso Tocar. Deben Ser Sentidas Con El Corazon."
-
Helen Keller (Era ciega y sorda)















Si quieres prestarle algo de verdadero valor a alguien, préstale atención. Cuando quieras comprender de verdad, presta sincera atención. Prestando atención puedes aprender, puedes guiar, puedes construir relaciones duraderas con los demás y crear mucho valor. 


Si sermonear, rogar y argumentar no logran tu objetivo, prestar atención seguramente lo conseguirá. Si, en un mundo vertiginoso y lleno de distracciones, prestar absoluta atención puede ser difícil. Y aún así, cuantas más distracciones haya, más preciada y valiosa se tornará esa atención. Ofrece a los demás algo que sea cien por ciento de ti. Dales el regalo de tu atención. Hay montones de personas a tu alrededor anhelando ser escuchadas, vistas, tenidas en cuenta y comprendidas. 


Prestándoles atención enriqueces tanto tu propia vida como la de ellos. Aunque no tengas nada más para ofrecer, siempre puedes dar tu atención. Puedes tener la certeza de que será muy apreciada y bienvenida, iluminando a la vez tu entorno con una luz propia y especial.
Reserva tiempo en silencio con Dios.
"En silencio, podemos crear gradualmente una unión amorosa con Dios. Cuando le dedicamos tiempo al silencio y la reflexión, comenzamos a sentir a Dios como el Padre y la Madre cada vez más cerca. Hay tal dulzura en esta experiencia que el alma comienza a 
abrirse como una flor en el calor del Sol."




Deuteronomio 28:12


"Te abrirá Jehová su



 buen tesoro,


 el cielo, para


 enviar la lluvia a tu tierra en su


 tiempo, y para 


bendecir toda obra de tus



 manos.


 Y prestarás a


 muchas naciones, y tú



 no pedirás


 prestado.




SANTIAGO
3:17


"Pero la sabiduría que es de lo

 alto es primeramente pura,

 después pacífica,


 amable,

 benigna, llena de


 misericordia y

 de buenos frutos, sin

 incertidumbre ni


 hipocresía
Así como siembres, será tu cosecha.