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miércoles, 22 de septiembre de 2010

BUSCANDO LA FELICIDAD.

SER FELIZ
Salmos 97:11

"Luz está sembrada para el justo,
Y alegría para los rectos de corazón


Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro.  A partir de aquel instante comenzó a buscarla. 
Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano.

En un recodo del camino vio un letrero que decía:
"Le quedan dos meses de vida".
Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo:


- Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida con las personas que me rodean.
Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días, encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había deseado.

Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar.


Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión.  Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior.


Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios, es la fuente suprema de la alegría, por ser ÉL: amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total.
Y en su mente recordó aquella sentencia que dice: "Cuánto gozamos con lo poco que tenemos y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos."
Ser Feliz, es una actitud.
"Cada persona tiene un tesoro que lo está esperando"...





Job 14:15

"Entonces llamarás, y yo te responderé;
Tendrás afecto a la hechura de tus manos

OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTE...?


Cuando escuchas el consejo bíblico de ama a tus enemigos y sigue orando por los que te persiguen, parece ser un hermoso precepto idealista…
Pero que está fuera de lugar en el mundo actual.
Pues te equivocas. En el mundo de hoy, enfermedades del corazón y presión alta son muy comunes ¿Saben cuales son las principales causas?.


El resentimiento.
Todos tenemos una reserva de energía al despertar cada mañana. Pero cada vez que piensas en algo negativo, la vas gastando inútilmente.
En el camino de la cama a la ducha, en lo que te desayunas, puedes pensar y destruir a tus enemigos en tu jaula interior.
En la cárcel de tu imaginación, encierras a tu jefe y lo humillas.


Y ese amor que te traicionó, camina de rodillas ante ti suplicando tu perdón y tu como princesa lo castigas con el látigo de tu desprecio.
Y cuando finalmente estás rumbo al trabajo, o la escuela…
Ya te acabaste toda tu energía. Y te sientes enferma, mal y sin ganas de hacer nada.
Y cuando vuelves a ver a esa persona, está tan radiante como siempre “pero si la aniquilé en la mañana” No. La única que se aniquiló…
Eres tú.


Todas esas personas que te hirieron, se reirían si supieran que por ellas sufres. Cuando piensas en ellas, les das poder sobre ti y te haces su esclava.
Si te hicieron algo, actúa desde un punto de vista de responsabilidad ¿Qué puedo hacer al respecto? ¿Qué puedo hacer para mejorar la situación existente?
Y hazlo. Si ya no hay nada que hacer, quema esos recuerdos como cenizas y que se los lleve el viento, así, ya no ocuparán espacio en tu interior.

Nunca le des a nadie poder sobre tus pensamientos y tu salud. Remedia lo que se pueda y si no eres tan mártir como para perdonar al que te hizo daño, cuando menos actúa con amor hacia ti, desterrándolo a las tierras del olvido.

Mejorarás tu salud y tendrás más tiempo para pensar en cosas que si te hagan feliz.



 Salmos 73:21-26

"Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.
Tan torpe era yo, que no entendía;
Era como una bestia delante de ti.
Con todo, yo siempre estuve contigo;
Me tomaste de la mano derecha.
Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre





Santiago 3:17

"Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.




Oseas 12:6

"Ten fe...¡Todo va a salir bien! Confía siempre en Dios".





1. No se necesita tener la culpa para pedir perdón.2. El pedir perdón te quita un enorme peso de encima y te hace libre, aun cuando la otra persona quiera o no perdonarte.3. Al que se humilla, Dios lo exalta. (“Jehová exalta a los humildes, Y humilla a los impíos hasta la tierra”.
Salmos 147:6)
Por tal razón este día quiero invitarte a que si en algún momento sientes el hecho de pedirle perdón a alguien, ve y hazlo, pues no se necesita tener la culpa para pedir perdón y si lo haces Dios ha de bendecirte en gran manera, porque eso es lo que Dios quiere para nuestra vida, que tengamos un corazón humilde y sencillo